Editorial / Boletín mensual N°2

pp Por: Olga Lucía Ramírez

 Presidenta Junta Directiva – Corporación Vamos Mujer

 Es propósito central de Vamos mujer trabajar por una vida digna para las mujeres. Nacimos en 1979, convencidas de la necesidad de la transformación social y del trabajo en opciones colectivas para avanzar hacia esa vida digna. Trabajamos siempre para que mujeres populares, rurales y urbanas, se articulen entre sí para generar Movimiento social de mujeres en la ciudad, en los municipios, en las regiones…

En Vamos mujer, hemos comprendido que en Colombia, país con más de 50 años en conflicto armado interno, la lucha contra la desigualdad, la profundización de la democracia, el respeto de los DDHH, la preservación de la naturaleza y las culturas, son factores de una paz durable, que incluya a las mujeres.

También asumimos que el objetivo de la paz es a largo plazo, que implica el establecimiento de una relación estrecha entre paz, desarrollo, justicia, democracia y la lucha pacífica contra todo tipo de discriminaciones. En esta búsqueda de paz, con sentido para las mujeres, participamos de la gestación y el impulso permanente a la Ruta pacífica de las mujeres, expresión feminista en el movimiento de mujeres, que ha trabajado desde 1996 por una solución negociada del conflicto armado y por la participación proactiva de las mujeres en la construcción de la paz.

Es una buena síntesis de nuestra aspiración a la paz, el slogan: “Ni guerra que nos mate, ni paz que nos oprima”, slogan usado inicialmente por las feministas españolas, en el debate del ingreso de España a la OTAN. Con este slogan damos cuenta de nuestra acción pacifista, que cuestiona el militarismo. Queremos que se amplíe el debate político al interrogar las normas y valores, inspiradas en ese militarismo y autoritarismo, en el espacio público y en el privado. Y en consecuencia proponemos: desarme y desmilitarización: Frente a Militarización del cuerpo, la vida y los territorios, planteamos la reducción del Presupuesto para el ejército.

Estamos convencidas de que Colombia requiere de un nuevo pacto social, político y sexual, que erradique las violencias, que rompa las brechas entre los que todo lo tienen y la gran masa de desposeídos, que erradique las discriminaciones y subordinaciones de todo tipo. Para nosotras en Vamos mujer, y como parte de la Ruta Pacífica, sabemos que los acuerdos de la Habana no son la paz. Sin embargo, representan un paso histórico, son la base para construir esa paz, que para nosotras involucra la erradicación de todas las formas de violencias contra las mujeres.

Somos conscientes del tamaño de los retos: Colombia está en la lista de 10 países más corruptos, con mayor impunidad, más inseguros. También está en la lista de los países con más biodiversidad y con mayor capacidad de destrucción de su entorno. El tamaño de los problemas se agrava por la ausencia del estado de muchos territorios con la justificación de la guerra. Y el Acuerdo de la Habana, da respuesta a algunos de esos problemas. Y sin embargo, el Plebiscito nos mostró que mientras en la Habana, las partes habían logrado un acuerdo, desde diferencias radicales, la sociedad colombiana estaba completamente fragmentada. Por eso, nuestra profunda crisis no ha terminado con el silencio de los fusiles.

Tenemos el gran desafío de la reconciliación desde nuestras divisiones antagónicas. Y el camino hacia la reconciliación pasa por el reconocimiento de las víctimas de todos los lados, en sus situaciones concretas, para reparar los sufrimientos sin olvidar a nadie. Y posibilitar que ganemos un nuevo “nosotros” incluyente. Estamos convencidas de la urgencia del trabajo cultural que hacemos en Vamos mujer, para poner en cuestión la matriz autoritaria que hay en nuestra cultura y que justifica el uso de la fuerza para dirimir conflictos de todo tipo.