Boletín de agosto
De acuerdo con el rastreo de prensa realizado entre el 26 de julio y el 30 de agosto de 2017, se encontraron 62 casos de agresiones a mujeres en todo el país, que se enmarcan dentro de la violencia física, la violencia sexual, la violencia psicológica, la violencia intrafamiliar, el asesinato y el feminicidio; estos dos últimos presentaron el mayor número de registros, es decir, 23 feminicidios y 16 asesinatos. La diferencia entre estos dos se encuentra no solo en las razones de los hechos, sino también en la forma en que se realizaron; dentro de los asesinatos se utilizó principalmente el arma de fuego y estaban relacionados con violencia entre pandillas, el conflicto armado interno, el hurto y la venganza entre familias, mientras que en los feminicidios la principal arma usada fue el arma blanca, seguida por los golpes, el ahorcamiento y la tortura, además de combinar varias formas de violencia, como la física y la sexual, y fueron perpetrados principalmente por personas conocidas y cercanas como la pareja, la expareja y algún familiar. Seguidamente, la violencia física presentó un alto número de casos (12), donde también prevaleció el arma blanca, con 8 casos; y la violencia sexual tuvo 7 casos.
Hay un aumento en las agresiones contra mujeres y niños en Colombia, con un promedio de 315 denuncias diarias, donde la violencia intrafamiliar es el tercer delito de mayor crecimiento en el 2017, que a su vez ha presentado un aumento del 400% en los últimos 10 años, de acuerdo con lo informado por la Fiscalía. Entre el 1 de enero y el 16 de agosto del presente año se registraron 72.900 procesos (Caracol TV, 25 de agosto de 2017).
El principal número de mujeres agredidas registradas en la prensa, están entre los 19 y los 38 años, con 27 casos, seguido por las mujeres entre los 10 y los 18 años con 9 casos, entre los 39 y los 50, con 7 casos y de los 51 en adelante, con 6 casos. También se presentaron 2 casos de agresiones a niñas entre los 1 y los 9 años y en el resto de casos no se tiene información.
La situación continúa siendo preocupante en cuanto a la protección que ofrece el Estado a las mujeres, pues según la senadora Claudia López, se tiene un 96% de impunidad en los delitos de violencia sexual e intrafamiliar contra las mujeres, mientras que la senadora Doris Vega, habló sobre el aumento de los feminicidios en el país, con un 22% más que el año anterior, es decir que 400 mujeres han sido asesinadas en el primer semestre (RCN Radio, 9 de agosto de 2017).
La particularidad del feminicidio es que se presenta como un castigo para las mujeres que no están dispuestas a ser las mujeres que la sociedad exige, es por esto que no se puede hablar de patologías para justificar las violencias hacia las mujeres, pues el victimario parte de la idea de que la mujer le pertenece. Los feminicidios se presentan en mayor medida en contextos económicos y sociales difíciles, donde las mujeres tienen mayores obstáculos para acceder a posiciones de poder, donde se dificulta tener independencia económica y participación política (Ruiz, 2017).
Una de las interpretaciones encontradas frente al aumento de los feminicidios se encuentra orientada hacia una mayor visibilización de la problemática, porque ya hay más personas que denuncian, sin embargo en cuanto a la efectividad en el tema judicial aún falta mucho por avanzar; hay muy pocas condenas y falta capacitación de los operadores judiciales (El Tiempo, 18 de agosto de 2017).
De acuerdo con una encuesta de prevalencia de la violencia sexual contra las mujeres en el marco del conflicto armado colombiano adelantada por 13 organizaciones sociales en 142 municipios, reveló que entre el 2010 y el 2015, 875.437 mujeres se declararon víctimas de este tipo de violencia en Colombia, lo que significa que 145.906 mujeres fueron agredidas al año, 12.158 al mes, 400 cada día y 16 mujeres cada hora; sin embargo el 78% de las víctimas no denunció, principalmente por miedo a sus agresores o por no saber dónde denunciar, esto significa que aproximadamente 620.418 mujeres no denunciaron los hechos, mientras que 174.990 mujeres sí lo hicieron.
“Según la encuesta, hay un 18,32% de prevalencia de este delito en el contexto del conflicto armado” y el número de víctimas es mucho mayor que el manejado por las cifras oficiales, pues mientras que en este estudio se encontró que 400 mujeres fueron víctimas de este tipo de violencia cada día, la Defensoría del Pueblo señala un promedio de 38 víctimas diarias, siendo las ciudades grandes y medianas las más afectadas; ciudades como Medellín, Buenaventura y Bogotá tienen una prevalencia por encima del 30%, y el mayor número de agresores se encuentra dentro de los integrantes de las familias de las víctimas.
Por otro lado, son las mujeres afro, entre los 15 y 24 años y del estrato 1, las más expuestas a ser víctimas de esta violencia, en medio de situaciones como la regulación de la vida social, los servicios domésticos forzados, el acoso sexual y el embarazo forzado (Semana, 17 de agosto de 2017).
En este rastreo de prensa, se encontró el tema de la trata de personas en Colombia, donde las víctimas son principalmente las mujeres, con el 81%, quienes son engañadas y llevadas a otros países para ser explotadas. De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores entre el 2014 y el 2017 se presentaron 258 casos, donde la explotación sexual fue la modalidad más frecuente, con 160 casos, seguida de la laboral con 73 (Minuto 30, 31 de julio de 2017).
Preocupa el asesinato de líderes y lideresas comunales y de defensoras y defensores de derechos humanos en el país, en medio de la construcción de la paz y de las negociaciones con las FARC.
Antioquia y Medellín
En Antioquia se presentaron 4 casos de violencia contra las mujeres; uno de ellos fue un abuso sexual en Dabeiba, otro fue de violencia física hacia una mujer que fue arrojada al río en Bello y otro fue un ataque armado que dejó a dos mujeres heridas en Envigado. Mientras que en Medellín se presentaron 5 hechos; tres de ellos fueron feminicidios; en Las Palmas, en Villatina y en el Centro (este último fue a una mujer transgénero) y dos asesinatos en Altavista y en Moravia, el primero relacionado con el conflicto urbano en el que se encuentra el sector en este momento, evidenciando cómo la guerra afecta directamente el cuerpo de las mujeres, aunque no sean parte de las estructuras armadas de los barrios. Preocupa, entonces, la situación de violencia en Medellín, que se ha ido agravando, en los primeros días de agosto (hasta el día 8) ya se habían registrado 19 homicidios en la ciudad (El Colombiano, 8 de agosto de 2017), donde unas de las zonas más afectadas son Belén Altavista y Belén Zafra, siendo los sectores donde más muertes se han registrado en este año, con 30 homicidios, 13 de ellos ocurridos en Altavista (Caracol TV, 22 de Agosto de 2017).