Autonomía económica de las mujeres en contextos de pandemia

Autonomía económica de las mujeres en contextos de pandemia
Por: Luz Mery Arias Muñoz 1
Migdalia Betancur Sepúlveda 2
Introducción
El aislamiento social preventivo y obligatorio que se produjo como consecuencia de la contingencia de salud nacional y mundial producto de la Pandemia del COVID-19, afectó de manera desproporcionada a las mujeres en el mundo. Para la fecha António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, ya advertía sus devastadoras consecuencias, al pedir a los gobiernos la adopción de medidas especiales frente a un posible repunte de la violencia doméstica contra mujeres y niñas. Según el PNUD, “cerca del 60,0% de las mujeres del mundo trabaja en la economía informal, gana menos, tiene una capacidad de ahorro menor y está en mayor riesgo de caer en la pobreza. Igualmente, tienen mayores probabilidades de perder su trabajo en relación con los hombres. Finalmente, ellas son mayoría en los trabajos del área de la salud asistencia social, los cuales están en la primera línea de la lucha contra COVID-19”3.

Ahora bien, en Colombia las mujeres fueron las más afectadas. En su momento el DANE4 reportaba que, durante el periodo de marzo a mayo del 2020, dos millones de mujeres perdieron su ocupación frente a las cifras registradas en el 2019, profundizando aún más las brechas de género en relación a los hombres, debido a que muchas renunciaron a sus trabajos o aceptaron arreglos laborales, de tal forma que les permitiera cumplir labores dentro y fuera del hogar, produciendo un crecimiento de la carga de trabajo no remunerado, afectando su ingreso y con ello, un deterioro de su salud física y mental y el empeoramiento de sus condiciones de vida. Según el mismo reporte, las afectaciones son mayores, si se tiene en cuenta que son las que están asumiendo más horas de trabajo en oficios del hogar (1.5 millones de mujeres lo que incrementó en un 4% este trabajo, respecto al reportado en el mimo periodo del 2019).
En conclusión, el confinamiento ha dejado sobre las mujeres desproporción en tareas de cuidado no remunerado, carga de responsabilidad educativa de hijos e hijas, contención emocional de la familia en condiciones de alta incertidumbre, exclusión en el acceso y uso de las TICS y pérdida de trabajo remunerado.
Previendo el riesgo de aumento de la brecha de desigualdad económica sobre las mujeres en Antioquia, así como la generación de endeudamiento y la descapitalización respecto a sus unidades económicas, nace el proyecto “Mujeres empoderadas ponen enmarcha sus iniciativas económicas después del COVID 19”5.

La acción humanitaria como respuesta a la reactivación económica de mujeres en contexto de pandemia
El proyecto se despliega a 600 mujeres que viven dentro y fuera del Valle de Aburrá: el 65.2% habitan en territorios rurales o por fuera del Valle de Aburrá6, en comparación con un 34.8 % que se encuentran viviendo dentro del Valle de Aburrá7, todas ellas con necesidades que han sido atendidas a través de la acción humanitaria, contribuyendo a la recuperación y fortalecimiento de sus unidades económicas a través de la entrega de capital semilla, el desarrollo de capacidades técnicas para la gestión y administración de las mismas, así como del reconocimiento de las mujeres como sujetos de derecho y de la sensibilización en espacios cotidianos familiares y comunitarios que contribuyan a las transformaciones de prácticas inequitativas entre hombres y mujeres.
Principios humanitarios con enfoque de género
Siguiendo las exigencias de toda acción humanitaria en cuanto a la integración de la igualdad de género, por la naturaleza misma de las instituciones comprometidas con sus metas, el proyecto garantizó a las participantes, acciones inclusivas, efectivas, eficaces y fortalecedoras, en tanto se apoyó en principios fundamentales como:
- El respeto por la autonomía de las mujeres en la toma de decisiones respecto a sus elecciones de compra, lo cual redundó en el acceso a recursos útiles y concretos para la reactivación y fortalecimiento de sus unidades económicas, así como en la superación de obstáculos que se les fueron presentando para ser tenidas en cuenta como parte de la economía local.
- Fomento del empoderamiento de las mujeres, mediante su participación directa en la identificación de sus necesidades y prioridades humanitarias relacionadas con sus unidades productivas, comerciales y de prestación de servicios.
- Fomento del desarrollo de capacidades acorde a las necesidades identificadas por las mujeres, para enfrentar las situaciones de mayor afectación y derivadas de la pandemia COVID19.
- Beneficio económico directo a las mujeres sin mediación de otras personas de la familia o de su contexto, como un principio básico de autonomía económica.
- Acompañamiento permanente a las mujeres, que permitió minimizar barreras de discriminación que estuvieron presentes en el proceso previo y posterior a la gestión de compras.
Sin duda, estos principios, son determinantes para la acción política y transformadora de las condiciones de discriminación histórica vivida por las mujeres en el sector económico, que trasciende los fines de la ayuda humanitaria hacía una desnaturalización de las situaciones adyacentes a la discriminación.
Principales hallazgos
Durante el desarrollo del proyecto, se caracterizaron las condiciones económicas y se identificaron las necesidades de fortalecimiento de capacidades de las participantes para la reactivación de sus unidades económicas. Entre los hallazgos se destacan:
La decisión de las mujeres de emprender una unidad económica, se encuentra vinculada a la posibilidad de responder, al mismo tiempo, por la atención a la familia y las tareas de crianza de las y los hijos, lo cual permite identificar barreras de entrada que enfrentan las mujeres para sostener y mantener su interés por participar en el campo de la economía, en las mismas condiciones que se les posibilita a los hombres.

De hecho, la caracterización demostró que, si bien las mujeres tienen una fuerte representación en el sector de productivo y desde este lugar aportan al abastecimiento de la economía familiar y local, sus actividades en la producción de alimentos y agropecuarios implican grandes esfuerzos (inversión de recursos como mano de obra, tiempos, dinero), con poco reconocimiento e ingresos precarios. Este sin lugar a dudas, es un escenario importante de analizar, toda vez que las actividades comerciales derivadas de la producción de las mujeres en la ruralidad, se canalizan a través de circuitos cortos de comercialización (o mercados comunitarios) en contextos de baja capacidad de sostenibilidad para abastecer un mercado específico, que además es competitivo y excluyente para las mujeres.
Por otro lado, otro sector donde se encuentra mayor participación de las mujeres, es el comercial. Hacer negocios es una práctica social que tiene una impronta de género, pues se encuentra determinada por habilidades asignadas culturalmente a los hombres. En este sentido, cuando las mujeres deciden entrar en este campo alteran dichos estereotipos y se ven enfrentadas a diversas estigmatizaciones, lo que les significa un mayor esfuerzo para percibir las oportunidades y actuar. Si bien el sector comercial puede contribuir a su empoderamiento económico,la caracterización evidenció las condiciones desiguales en las que ellas se encuentran para ingresar al sistema productivo y comercial.
Por último, se evidencia una participación marginal en el sector de servicios en el mercado de la belleza, reconocido por su alta informalidad, competitividad y precariedad laboral. Todos estos fenómenos, limitan sus ya escasas posibilidades de mejoramiento de su calidad de vida y las coloca en situación de riesgo como los de expropiación o despojo de sus activos y recursos por parte de la familia o personas externas, así como a la dificultad de acceso a mercados competitivos, créditos y servicios gubernamentales.
A lo anterior se suma un detrimento general de sus ingresos durante la pandemia, en los tres sectores de la economía, pues se conoce que ellas trabajaron más, pero percibieron menos ingresos, debido a la disminución de las ventas, el uso de su capital de trabajo para el sostenimiento de las familias, la disminución de su producción, el endeudamiento y el aumento de las labores de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado – TRYDCNR.
Todos estos factores representan riesgos en términos de independencia y autonomía económica, de su capacidad para la toma de decisiones al interior de su núcleo familiar y disminución de su capacidad de movilización, con riesgo de sufrir todo tipo de violencias. De allí, la importancia de transversalizar las acciones de apoyo económico, con la generación de mayor conciencia sobre sus derechos económicos y prevención de cualquier forma de violencia, sobre todo la violencia económica que se evidencia en el recorrido del diagnóstico.

Logros
Mediante las acciones implementadas para la atención humanitaria, se evidencian los alcances proyectados y otros no previstos que quedan como capacidades para que las mujeres enfrenten las condiciones de desigualdad estructurales en la participación en sectores como el de la economía con igualdad de oportunidades. Al respecto, destacamos los siguientes:
La reactivación y mejoramiento de sus negocios en los sectores comercial, servicios y de producción mediante adquisición de productos básicos de la canasta familiar, así como materia prima o insumos para la producción y comercialización de alimentos, vestuario, servicios de cuidado e higiene personal. Este logro también contribuye a la reactivación de la economía local en los entornos sociales más cercanos a las mujeres.
Una vez reconocidos los saberes previos de las mujeres participantes sobre finanzas personales y de gestión, con la implementación de la etapa formativa, las participantes afianzan herramientas y lineamientos técnicos para el mejoramiento y recuperación de sus unidades económicas. Entre los principales logros se cuentan aspectos como:
- Mejoramiento de la gestión de mercadeo y venta que se refleja en innovación de los sistemas de empaque, exhibición de productos, construcción de registros contables, apertura de cuentas de ahorros para llevar a cabo un plan de ahorros e identificación de estrategias de marketing.
- Implementación de estrategias para el cálculo de costos y definición de precios de productos acorde a lasexigencias del mercado, que incluye superación de temores respecto a la valoración de su mano de obra en relación a la competencia cercana.
- Reconocimiento de la importancia que tiene la reinversión de las utilidades, la consolidación de clientes para la sostenibilidad de sus unidades económicas, así como la relación con proveedores que les beneficie con precios adecuados para que ellas puedan permanecer en un mercado competitivo.
- La capacidad para la toma de decisiones impulsado por el empoderamiento económico a partir de las herramientas técnicas adquiridas.
Si bien la formación técnica ha sido fundamental para alcanzar la gestión de sus unidades económicas, la promoción de relaciones de igualdad y de reconocimiento de sus derechos, las ha sensibilizado sobre las afectaciones especificas vividas en el contexto de la pandemia y la necesidad de dar pasos hacia la generación de cambios de prácticas en el trabajo productivo y del cuidado en beneficio de su autonomía económica.

Desafíos para la acción humanitaria
Para lograr incorporar el enfoque de género en el ciclo del proyecto, es preciso “garantizar respuestas, inclusivas, efectivas, eficaces y fortalecedoras por parte de la entidad donante, a todas las partes involucradas (beneficiarias y también a las instituciones operadoras), de tal manera que se generen las condiciones de equidad que se necesitan para dar respuesta desde adentro, a un contexto tan especifico en el que se evidenciaron perdidas de las mujeres, pero también situaciones de vulnerabilidad de las instituciones.
Por otro lado, se sugiere avanzar en mecanismos administrativos ágiles que posibiliten la eliminación de las barreras que se le presentan a las mujeres, para que se cumpla con la ayuda humanaría como tal. De lo contrario, puede producirse el efecto contrario causando daño y generando mayores riesgos como que las mujeres no logren utilizar la ayuda según sus reales necesidades o hasta desistan por la tramitología o las pocas condiciones que tienen para dar cumplimiento a ella.
Finalmente, aprendimos que, en el ciclo del proyecto desde una perspectiva humanitaria tiene otros alcances acordes a lo que se define como emergencia humanitaria.Ya la experiencia nos demostró que, para nuestro caso, se estableció indicadores y metas de largo alcance que corresponden más a proyectos de desarrollo, en los que sus resultados se pueden prever en procesos de largo plazo y con recursos destinados exclusivamente a logro de los mismos.
Si bien la ayuda humanitaria es un soporte fundamental en un primer momento para atender la situación de emergencia de las mujeres, es importante reconocer que la acción de sostenibilidad en el tiempo, no sería posible sin la experiencia y contribución de las organizaciones que realizaron el proyecto, que son las que garantizan acciones de continuidad para mantener y potencializar los efectos iniciales de estas intervenciones humanitarias. Es por esto es necesario fortalecer las instituciones que lideran y desarrollan la acción humanitaria con el fin de enfrentar las intervenciones en el momento de la emergencia y las acciones posteriores a él.
Notas de pie de página
- Antropóloga, Magister Magister en Desarrollo humano de Flacso Argentina. Asesora en género de la Corporación Vamos Mujer. Asesora del proyecto “Mujeres empoderadas ponen en marcha sus unidades económicas después del Covid 19” Una alianza Fomentamos y Corporación Vamos Mujer.
- Administradora de Empresas. Magister en Administración. Directora de proyectos Corporación Fomentamos y Coordinadora el proyecto “Mujeres empoderadas ponen en marcha sus unidades económicas después del Covid 19” Una alianza Fomentamos y Corporación Vamos Mujer.
- Gobernación de Antioquia. (2020). Plan de desarrollo “Unidos por la vida” 2020-2013. Recuperado de https://plandesarrollo.antioquia.gov. co/archivo/PlanDesarrolloUNIDOS_VF-comprimido-min.pdf
- Leal, Acosta, A.C. (28 de agosto de 2020). Las mujeres son las más afectadas por el desempleo en la pandemia, según el DANE. La República. Recuperado de https://www.larepublica.co/economia/lasmujeres- son-las-mas-afectadas-por-el-desempleo-en-la-pandemia-segun- el-dane-3030754
- Proyecto desarrollado en el marco de la convocatoria para la emergencia COVID 19 apoyada por el Fondo para la Mujer, la Paz y la Acción Humanitaria (WPHF) y Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, ONU Mujeres. Ejecutado por la Alianza interinstitucional Corporación Vamos Mujer y la Corporación Fomentamos.
- Urabá 48% (Apartadó (26,7%), Turbo (14,5%), Chigorodó (4,5%) y Carepa (2,3%). Igualmente, un 17% en los territorios del Nordeste (9%), Oriente (4%), Suroeste (2%) y Occidente (2%).
- De las cuáles, el 22.5% se ubican en Medellín, 6,2% en Bello, 5,7% en Girardota, 0,3% en Itagüí y 0,2% en Barbosa.
- Trabajo doméstico y del cuidado no remunerado.