Comunicado: Rechazo a la condecoración de Maluma

Medellín, 6 de abril de 2017

La Corporación Vamos Mujer se une al rechazo presentado por mujeres antioqueñas, frente a la condecoración que recibió hoy Juan Luis Londoño “Maluma” por su aporte a la cultura del departamento. Este tipo de decisiones, encaminadas a la exaltación de figuras machistas, como Alejandro Ordóñez, quien iba a ser nombrado como hijo adoptivo de Antioquia por la Asamblea Departamental (además de estar asociado a casos de corrupción) y hoy a Maluma, dejan entrever la poca o nula importancia que tenemos las mujeres para el gobernador y nos llevan a pensar en los retrocesos culturales que pueden representar este tipo de actos para nuestras históricas luchas, además que da cuenta del no reconocimiento de las mimas.

¿Qué le está transmitiendo la gobernación a las y los jóvenes, a las y los niños, y a la sociedad con esta condecoración? Consideramos, como parte del movimiento social de mujeres, conociendo los efectos dañinos de las expresiones musicales que cosifican los cuerpos de las mujeres, como claramente lo hace Maluma, que se está promoviendo un mensaje misógino, machista, patriarcal, que claramente hace una apología a la violencia contra las mujeres. Rechazamos las declaraciones de la gobernación que afirman que “es preferible que la violencia sea catalizada en una canción que en la violencia física”, desconociendo los efectos de este tipo de mensajes en las personas y en las comunidades, y la violencia psicológica que se ejerce por medio de las palabras.

Nos oponemos a que Maluma sea nombrado como un “líder joven a nivel mundial”, como lo enunció la gobernación, minimizando los aportes de otras mujeres y hombres a la cultura, aportes que realmente construyen territorio, defendiéndolo y promoviendo formas de hacer y ser alternativas, que construyen paz, construcción en la que muchos de ellos han perdido la vida, porque vivimos en un contexto violento que no tolera la diferencia.

No queremos más estereotipos de mujeres, donde nuestros cuerpos se muestren como intercambiables y disponibles al deseo sexual incontrolable de los hombres. Tampoco queremos un ejemplo de masculinidad que siga promoviendo la violencia y la desigualdad entre mujeres y hombres.

Exigimos respeto como mujeres, no queremos que nuestros cuerpos sigan siendo tratados como objetos, porque gracias a esa concepción nos siguen explotando, maltratando, violando y asesinando en nuestros territorios.