¿Será que a las mujeres nos matan porque nos aman?

feminicidiosEs la  publicación que devela la magnitud de las violencias contra las mujeres en Colombia, identifica a partir de las estadísticas de instituciones estatales y organizaciones no gubernamentales las continuas formas de violencias, y presenta el alcance del feminicidio como el último eslabón de esa cadena.


La investigación que analiza del año 2002 al 2009, recolecta información sobre los aspectos fundamentales de la violencia en pareja, la violencia sexual, las lesiones personales, los feminicidios y los homicidios en contra de las mujeres tanto en el ámbito público como en el privado; y registra su frecuencia, sus modalidades, los ámbitos en los cuales se perpetra y los actores que lo ejercen.

¿Será que a las mujeres nos matan porque nos aman? Feminicidios en Colombia 2002-2009, es una realización de la Ruta Pacífica de las Mujeres en el marco del proyecto “La participación de las mujeres en la defensa de la democracia y por la resolución negociada y política del conflicto armado” financiado por Suippcol, la Casa de la Mujer, Funsarep y la Corporación Vamos Mujer; en desarrollo del proyecto “Participación de las mujeres en la defensa de su derecho a una vida libre de violencias y por la resolución negociada del conflicto armado en Colombia”, apoyado por la Unión Europea, Intermón Oxfam y Oxfam Novib.


Esta reciente publicación realizada bajo la investigación de Olga Amparo Sánchez Gómez, también puede ser consultada en el Centro de Documentación de la Corporación Vamos Mujer.

Apropósito del concepto Feminicidio, citamos textualmente a la investigación en su capítulo Precisiones conceptuales acerca de las violencias en contra de las mujeres y el feminicidio:

“El término femicide fue utilizado por primera vez por Diana Russell en 1976 al testimoniar ante el Tribunal Internacional sobre Crímenes en contra de las Mujeres, y es desarrollado años más tarde por ella misma y J. Raford (1992) para definir la muerte violenta de mujeres por razones asociadas a su condición de opresión y subordinación (DONOSO, L. Silvia; 2008:8).

Los conceptos femicidio y feminicidio se encuentran en proceso de desarrollo desde diferentes disciplinas sin que exista en la actualidad un consenso acerca de cuál de los dos es el más útil. De manera muy sucinta plantearemos los elementos más significativos de los trabajos sobre el tema.

De acuerdo con Victoria Sanford, el concepto de feminicidio se basa en el término femicidio, que se refiere al asesinato de la mujer en la literatura criminológica y también se refiere a un crimen de odio en contra de las mujeres en la nueva literatura feminista que aborda los crímenes en contra de las mujeres. Esta literatura insiste en que el asesinato de mujeres debe ser problematizado en el marco de las grandes estructuras del patriarcado y la misoginia (SANFORD, Victoria; 2008:104-122). Russell define el femicidio no solo como el asesinato de mujeres, sino también como “el asesinato de mujeres por hombres debido a que ellas son mujeres”.

Adicionalmente, Russell clasificó el femicidio como “una forma de terrorismo que funciona para establecer diferencias entre los géneros, para promulgar y reforzar la dominación masculina, y para que todas las mujeres sean crónica y profundamente inseguras “(RUSSELL; 2001: 177).

Para Marina Prieto-Carrón, Marilyn Thomson y Mandy Macdonald, el femicidio es la punta del iceberg de ciclos de violencia, basada en las relaciones de opresión y subordinación que las sociedades patriarcales les imponen a las mujeres en las esferas públicas y privadas y en diferentes, a menudo, formas combinadas (física, psicológica, sexual y económicamente).

Para algunas investigadoras feministas, feminicidio es un concepto más amplio que femicidio debido a que establece como responsables no solo a los varones perpetradores, sino también al Estado y a la estructura judicial que normalizan la misoginia. La impunidad, el silencio y la indiferencia, desempeñan un papel en el feminicidio. Pero tanto si se utiliza femicidio o feminicidio, su uso contribuye a desarticular sistemas de creencias que ubican la violencia basada en las relaciones de opresión y subordinación entre varones y mujeres en los escenarios propios de la esfera privada y pública, y revelan el carácter eminentemente político del asesinato de mujeres como un producto de las relaciones de poder entre los varones y las mujeres. También permite realizar un análisis legal, político y cultural a la respuesta institucional y societal de estos crímenes. En esta perspectiva, el feminicidio nos lleva de regreso al tema de las estructuras de poder e implica al Estado como parte responsable, ya sea por comisión, tolerancia u omisión (SANFORD, Victoria; 2008:104-122).

El feminicidio connota no solo el asesinato de las mujeres por parte de los varones por el hecho de ser mujeres, sino que también indica la responsabilidad del Estado por estos asesinatos ya sea a través de la comisión del delito, la tolerancia a los autores de los actos de violencia, o la omisión de su responsabilidad para garantizar la seguridad de sus ciudadanas. Tal como Marcela Lagarde lo ha mencionado en su trabajo sobre el tema en Ciudad Juárez, México, “el feminicidio se produce cuando las autoridades no realizan eficientemente sus deberes de prevenir y sancionar [el asesinato de mujeres] y, de esta manera, crean un ambiente de impunidad” (LAGARDE 2005: 1).

En este sentido, los feminicidios son la culminación de un proceso continuo de violencias en culturas donde estos actos extremos en contra de las mujeres son aceptados socialmente tanto por varones como por mujeres. El feminicidio se ha tipificado como: feminicidio íntimo, no íntimo, y feminicidio por conexión.

Feminicidio íntimo: “Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia, o afines a éstas” (CARCEDO Ana; 2001:18).

Feminicidio no íntimo: “Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima no tiene relación íntima, familiar, de convivencia, o afines a éstas. Frecuentemente, el feminicidio no íntimo involucra el ataque sexual a la víctima” (CARCEDO Ana; 2001:18).

Feminicidio por conexión: Con esta categoría se hace relación “a las mujeres que fueron asesinadas en la línea de fuego de un hombre tratando de matar a otra mujer. Este es el caso de las mujeres parientes, niñas u otras mujeres que trataron de intervenir o que simplemente fueron atrapadas en la acción feminicida” (CARCEDO Ana; 2001:19).

El feminicidio sería también un crimen de odio y un genocidio en contra de las mujeres, el cual es posible por el ambiente ideológico y social del patriarcalismo, de la misoginia, de las violencias normalizadas en contra de las mujeres. Desde esta perspectiva, el Estado tiene responsabilidad directa en los crímenes por acción u omisión. Si la implicación directa del Estado puede ser difícil de constatar, no lo es su incumplimiento de la debida diligencia que explica la impunidad del feminicidio y de las violencias en contra de las mujeres. (DONOSO, L Silvia; 2008:9).

En la investigación se utilizará el concepto de feminicidio porque permite subrayar el carácter político y social de las violencias en contra de las mujeres e interpretar dichos crímenes en contextos de relaciones de opresión y subordinación entre varones y mujeres en el ámbito público y en el privado, y determinar la responsabilidad del Estado. En este sentido nos acogemos a los planteamientos de investigadores y activistas feministas que consideran que se configura el feminicidio cuando el Estado no da garantías a las mujeres y no crea condiciones para su seguridad y su integridad personal, generando condiciones que favorecen una serie de crímenes y hechos de violencia en contra de las mujeres.”

Ver Artículo Periódico El Tiempo, Domingo 17 de abril de 2011: El 40 por ciento de homicidios de mujeres es cometido por su pareja

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